lunes, 2 de marzo de 2015

¡Hola Town!
Bueno, ya sé que de seguro voy a hacer el ridículo frente a todo Twitter y ni siquiera vas a leer esto (esto no es una insunuación para que lo hagas)
Quiero contarte que hace mucho tiempo te sigo y jamás dejo de apreciar todo lo que haces con nosotros. Mucha gente se muere porque algún Youtuber le conteste, ya que es muy difícil. Pero vos, sos tan humilde que haces lo posible por poder contestarnos a todos. Me agrada tu forma de ser, sos muy especial para todos nosotros y no sabes cuanto. Sé que suena exagerado, pero te juro que sos una parte de mi.
Tu voz, tus relatos, tus gritos, tus pavadas, todo. Te juro que nadie te puede igualar; aunque prueben y prueben sos único. Te adoro con toda mi vida, ¿sabes? Quiero que nunca cambies, por nada del mundo. Siempre va a haber gente que te quiera tirar abajo, pero que eso no impida que seas una buena persona, porque de ellos solo vienen malas energías, envidia y ganas de fama. Ignoralos. Ignora a la gente mala que llegue a tu vida, que te quiera sacar esa sonrisa hermosa que tenés. Ignora a la gente que critique tus videos; vos podés subir lo que te plazca, porque con estos videos llegaste a donde estás. Podes subir Five Night At Freddy's, o podes subir Barbie las princesas sirenitas boluditas, cualquier cosa; pero te juro, que siempre, te voy a a querer. Y repito, no cambies, porque con tu sonrisa, hacés la mia.

lunes, 16 de febrero de 2015

Ingenua

A mí misma; porque no tengo a nadie más a quien dedicárselo.























Este viaje hubiera sido mejor si no hubiéramos viajado. Irónico ¿no? En realidad no tiene nada de ironía, hubiera estado mejor sin viajar. Quería quedarme en casa; sola, pero por desgracia hasta no ser mayor debo vivir encadenada a mis padres, si hubiera sabido que iba a ser así, sinceramente, ni nacía.
Ese día el viento soplaba perspicaz, rozando la cima de las tejas podridas de la casa. Las "vacaciones" estaban planeadas hace unos días, ya me estaba preparando para el sufrimiento. Me despertó el chillido de el agua hirviendo, y los golpes que pegaba la puerta de madera putrefacta. Me estiré y me incorporé sobre la cama y fui directamente hacia la cocina, donde no había nadie. Miré el reloj que marcaba las 6.15 a.m, y mientras bostezaba, me servía un vaso de leche fría. Me senté en la mesa mientras tomaba mi desayuno. Ni bien terminé de desayunar, llevé el vaso a el lavabo y fui a mi habitación a vestirme. Me puse un jean roto, y una camisa a cuadritos que me llegaba a la rodilla. Luego fui a la habitación de mis padres y vi que no había ni maletas, ni mochilas. Por un momento me alegré, porque creí que me habían abandonado, pero en ese segundo que iba a sonreír, llegaron. 
Así fue como llegué al auto, de un tirón de pelos. 
El viaje duró nueve horas. Así es, nueve horas de sufrimiento. Nueve horas de música country, y todos cantando.
Aquí empieza mi gran viaje...